lunes, 5 de febrero de 2007

Opinión sobre revoluciones urbanas

El cambio en nuestra forma de habitar ha implicado una nueva forma de vivir en comunidad. Así como nuestro alcance es prácticamente ilimitado, también lo son nuestras ciudades. La relación entre nuestro acceso al mundo y de éste a nosotros, se replica directamente en las poblaciones urbanas; de tal forma que existiendo grupos sociales en entornos urbanos conectados al mundo y a la vanguardia del desarrollo científico y tecnológico, paralelamente una gran mayoría se mantiene rezagada en un contexto de iguales condiciones.

Por lo que dentro de un mismo territorio ‘metropolitano’ se da lugar a ciudades altamente competitivas y a fragmentos urbanos de bajo perfil ciudadano. Y si se tiene en cuenta que la fuerza productiva es cada vez más irrelevante frente a la velocidad del sistema financiero y de flujos de capital, la brecha se agranda exponencialmente entre ciudadanos ‘conectados’ (generalmente poseedores de capital) y desconectados (dependientes de su fuerza productiva).

La complejidad de la problemática social/territorial lleva a que su aproximación sea completamente multidimensional, contraria al medio en que se abordan actualmente en las políticas tradicionales de la planificación e intervención urbana.

El camino hacia la intervención/solución de este tipo de problemáticas se encuentra a su vez en soluciones a distintos niveles, tanto en la descentralización política/administrativa y espacial de la ciudad, como en la formulación de planes concretos a escalas locales que permitan una accesibilidad real y efectiva a las nuevas tecnologías.

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